Era marzo, no hacía calor y el Blackpool se jugaba un "six-points" en Doncaster por permanecer en League One. Llegaba el minuto 87, después de un partido muy parejo, cuando Mark Cullen, delantero del Blackpool, se metía en el área rival. El delantero le picó el balón a Matthews, lo que pareció que el balón no entrase en la meta. Era gol, la afición visitante, el banquillo y Mark Cullen explotaban de alegría en el Keepmoat Stadium. Parece una introducción de una historia bonita con un final increíble, pero esta vez no es así.
El gol de Cullen ante el Doncaster |
Tras una temporada horrible, quedando últimos en Championship y descendidos a falta de más de 5 partidos, el Blackpool jugaba por primera vez en League One. El técnico elegido para comandar a los Tangerines en esta nueva aventura era Neil McDonald, que fue quién sustituyó a Sam Allardyce en Blackburn cuando a éste lo operaron del corazón. Con poca experiencia en League One, el inglés cogía un barco tocado y con unos aficionados cansados de sus dirigentes. Todo los aficionados querían volver esta misma temporada de nuevo a segunda, pero hasta el propio Neil, confirmó que el objetivo no debía de ser otro que encontrar la tranquilidad en esta temporada y posteriormente, se irían a por otros objetivos viendo los problemas financieros que tenía el club. Sin apenas recursos para fichar, el club de Bloomfield Road comenzó a fichar jugadores de nivel más bajo de League One que al final han rendido como Mark Cullen, que ha marcado 10 goles, o como Brad Potts, que llegó del Carlisle y fue fijo durante toda la campaña. El club buscaba muchos préstamos y sobre todo jugadores libres. Se fichó libre a Emmerson Boyce, ex capitán del Wigan y ganador de la FA Cup, o a David Norris, que acabó siendo capitán del equipo. En el apartado de bajas, el Blackpool ganó poco o nada. Todos los jugadores salieron gratis del Blackpool.
Comenzaba una nueva temporada el Blackpool y sus aficionados, la primera de su historia en League One. El equipo de Neil McDonald no comenzó nada bien. En el mes de agosto, donde se disputaron 5 encuentros, los Tangenires no conocieron la victoria. En el mes de octubre, el Blackpool hizo lo contrario que en agosto: ganó todo lo que jugó, lo que permitió arrancar al equipo de McDonald. Antes del parón de invierno, el Blackpool encadenó una racha de 3 partidos consecutivos ganados lo que permitió irse a navidades con buenas sensaciones.
Neil McDonald |
En el mercado de invierno, el club hizo un esfuerzo fichando a Yeates y Philliskirk, dos pilares ofensivo de un rival directo como el Oldham. Tras esto, el Blackpool volvió a perder y no sólo un partido: tres partidos consecutivos ante Barnsley, Burton y Port Vale. Para reivindicarse ante su afición, los hombres de Neil McDonald se dieron un festín ganando en casa al Scunthorpe por 5-0 en un partido perfecto. Tras esto, en enero, los Oranjes no volvieron a perder hasta el 13 de febrero. En los meses más importantes de competición, el equipo no dio la cara: en marzo solo ganó un partido y el más decisivo; un six-points ante el Doncaster. Quedaba un mes y poco de competición, y el Blackpool estaba a dos puntos de meterse en la zona de descenso a League Two, Tras ganar al Doncaster, volvieron hacer lo propio una semana más tarde ente el Southend lo que los alejaba más de la zona de terror. Quedaban 5 partidos y el Blackpool se dejó la temporada ahí: sumó 1 punto de 15 posible. En el antepenúltimo, se jugaban todo, era un derby ante el Fleetwood y el miedo a no perder les condujo al empate a 0. Después perdieron 0-4 ante el Wigan y llegaron con posibilidades de salvarse al último encuentro. Tenían que ganar al Peterborough y que el Fleetwood perdiera ante el Crewe, ya descendido. Ninguna de las dos cosas sucedieron. Los de Neil McDonald hicieron una horrible actuación perdiendo por 5-1 en Londres y el Fleetwood ganó 2-1 lo que llevó al Blackpool a League Two.
El Blackpool era nuevo equipo de League Two. Dos descensos en dos temporadas, tras descender anteriormente de Championship. Muchos podrán pensar que el culpable de esto, a parte de los directivos, fuese Neil McDonald pero yo no pienso así. Con el club más complicado de Inglaterra, los aficionados enfrentados con los dirigentes y sin apenas dinero para fichar, Neil McDonald hizo un trabajo brutal. Mantuvo siempre al equipo compitiendo hasta el final, pero al final acusaron el duro físico de esta competición. Pero sus dirigentes no pensaron lo mismo que yo. Poco después del descenso, Neil McDonald era cesado y dejaba de ser entrenador del Blackpool. Tras esta temporada, lo justo sería darle otra oportunidad y ver como se maneja en League Two, aunque seguro que Oyston pensará que aquí pruebas, tras dos descensos, no se hacen.
"Amo al Blackpool, odio a Oyston" EL 4-4-2 DE NEIL McDONALD
A pesar de perder, Neil McDonald siempre era fiel a su estilo; al inglés le gustaba el juego de posición que lo combinaba con el juego directo típico británico con un delantero rápido y otro que lo complemente. En la primera mitad de liga en el 4-4-2, el portero que ha sido titular durante toda la competición ha sido Colin Doyle, que llegó libre del Birmingham. En el lateral derecho jugaba Hayden White, cedido por el Bolton, y en el izquierdo, Clark Robertson, que se fichó del Aberdeen. La pareja de centrales era el indiscutible Aldred, que era el pilar defensivo de la plantilla, y se disputaron el puesto Will Aimson y Luke Higham. Como recambios, estaba Emmerson Boyce que participó en ambos laterales o Ferguson que podía jugar de central o lateral. El pivote estaba formado por David Norris, que era el encargado de sacar la pelota y el más defensivo, y Brad Potts, mediapunta reconvertido a mediocentro que solía llegar mucho a área. Los extremos fueron las posiciones más disputadas de la plantilla. Empezaron jugando el joven Osayi-Samuel, que marcó el primer gol del Blackpool en League One, y John Herron, que también podía actuar de mediocentro. Como competidores estaban Henry Cameron y Jarrett Rivers, una de las decepciones de la temporada. Y en la posición de delanteros, estaba claro: los fijos eran Mark Cullen y Jack Redshaw, aunque la irregularidad de éste hizo que Andy Little gozase de minutos.
Con el mercado de invierno, llegaron nuevos jugadores. Lloyd Jones llegó cedido del Liverpool para reforzar la parcela defensiva, Yeates y Philliskirk para aportar frescura al ataque al igual que Jacob Blyth, cedido por el Leicester que marcó varios goles. Neil McDonald no cambió el sistema pero sí nombres. La defensa seguía prácticamente igual pero Jones apretó a Aimson y empezó a rotar a White con Higham. En el pivote, una lesión de Potts, que lo mantuvo 1 mes fuera, mandó a Herron a su lugar. Después el ex del Carlisle no pudo recuperar el nivel. En bandas sí que hubo movimientos. Danny Philliskirk llegó y se adueñó de la banda izquierda, al igual que Mark Yeates de la derecha. Y en la delantera, Cullen era fijo pero Redshaw se encontró la dura competencia de Blyth que le plantó cara marcando varios goles.
Ahora el Blackpool está planificando la nueva temporada en League Two con el objetivo de ascender. Para esto, Gary Bowyer, ex del Blackburn, será el sucesor de Neil McDonald en el banquillo de Bloomfield Road. ¿Se verá por primera vez en al historia tres descensos consecutivos? Esperemos que no. |
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